Notas
El proceso detrás de esta receta de dal no podría ser más simple, pero hay algunos pasos clave. Vea a continuación un desglose de cada uno.
¡Cocine los aromáticos!
La receta comienza con cebolla, ajo, especias y tomate. ¡Súper sencillo! La idea es cocinar todo hasta que esté suave para que podamos empezar a trabajar con nuestras lentejas. Asegúrate de no dorar la cebolla o el ajo, ya que esto puede agregar un sabor amargo al dal. Además, corte los tomates antes de comenzar para que pueda agregarlos tan pronto como las especias comiencen a adherirse al fondo de la sartén.
¡Ten paciencia con el dal!
¡Las lentejas son cosas maravillosas! Cuando se cocinan correctamente, pueden tener la textura cremosa más bella con la cantidad justa de bocado. Si se cocinan demasiado, se convierten en una papilla sin textura; no lo suficiente y te quedarán lentejas crujientes en tu dal. ¡Apunta a una textura como la que se muestra a continuación, y no tengas miedo de agregar más agua si las cosas comienzan a ponerse un poco espesas!
¡Reúna sus especias Tarka de antemano!
El Tarka es realmente la clave para hacer que este dal explote con sabor. ¡Un Tarka es esencialmente solo una colección de especias que se templan en aceite caliente para liberar su máximo potencial! Querrá agregar el Tarka justo antes de servir el dal, así que reúna sus ingredientes y téngalos a mano.
¡No quemes la Tarka!
Freír las especias realmente desbloquea un increíble ambiente tostado que de otro modo se perdería por completo. Pero si te pones demasiado picante, encontrarás que el Tarka solo agrega amargura a la ecuación. Esté atento (y la nariz) a las especias quemadas y retire el Tarka del fuego tan pronto como las cosas se pongan humeantes.